Mientras la temática de este sitio web ha sido encontrar evidencia física para explicar mitos, permanece el hecho que mucho de la dirección religiosa de las alegorías, es espiritual. Ciertamente, muchos de quienes tienen interés en el libro de Sitchin ‘El Duodécimo Planeta’ ven el concepto de Nibiru de forma espiritual, y el Planeta Alado ha llegado a formar parte del movimiento New Age. Más que eso, el ‘significado’ de los Misterios Paganos y Gnósticos que incluyen la estrella oscura están direccionados a la iluminación y el crecimiento espiritual. También contienen una fuerte relación con el concepto de reencarnación, en común con el hinduismo cuyos orígenes vedantinos muestran mucha semejanza con los la mitología sumeria. Es posible que en mi mirada científica hacia la evidencia factual, aunque sea especulativa, de algún modo yo haya soslayado esta cuestión.
Mientras investigaba este libro, tomé consideración que otro significado puede ser adscrito al culto de Nibiru, en todas sus formas antiguas. Esto no es decir que Nibiru y sus lunas no tengan forma física, pero que un elemento metafísico, adicional y muy relevante, se haya contenido en los Misterios. En otras palabras, la búsqueda religiosa y espiritual de los iniciados enlos Misterios, y la derivación New Age que ahora está tomando forma, tienen un lugar complementario a lo largo de la existencia física de Nibiru y los Annunakis.
Consideren el concepto egipcio del paso al Duat del faraón después de la vida. He propuesto que esta compleja idea religiosa se halla conecctada con el perihelio del sistema de Nibiru a través del Duat celeste. Si estoy en lo cierto al describir una de las lunas de Nibiru como el hogar original de los Annunakis, entonces este planeta es el cielo de los antiguos. ¿No podría el faraón intentar encontrar un camino al cielo mediante el viaje astral? Uno puede argüir que el viaje al sistema niburiano debería ser físico, que el faraón abordaría un cohete y partiría rumbo a la Estrella Oscura, pero creo que este es un escenario poco probable. Me parece que los Annunakis abandonaron la gente de la Tierra a su destino y nos cedieron el dominio del planeta después del Diluvio. Pero el recuerdo de su mundo celestte permaneció como parte del pensamiento religiososde la gente humana tratando de reconstruir su devastado mundo.
Al considerar estas ideas religiosas, supongamos que el concepto de reencarnación dominaba el pènsamiento en la antiguedad. Esto puede ser no así al presente, pero la evidencia apoya esta tesis general. Los faraones egipcios comprendían que deberían esperar miles de años para tener su oportunidad para la resurrección. ¿Significaba esto que debían permanecer en un limbo espiritual después de muertos hasta Nibiru reapareciera en el firmamento? ¿Que sólo entonces sería seguro para sus almas intentar la travesía astral al hogar-planetario de sus ancestros annunakis? Sugiero que el propósito de este difícil viaje en la vida posterior era emerger en la matriz espiritual del Cielo, y así tener la oportunidad de reencarnar como un dios.
Ahora, no estoy diciendo necesariamente que propongo este concepto religioso como legítimo, pero parece tener sentido en el contetxto del Libro Egipcio de los Muertos, los Textos de las Pirámides y el Culto Estelar del Duat. Existen también paralelos en los Misterios, y, más remarcablemente, en el pensamiento cristiano. Pero antes de mirar estas ideas con mayor cercanía, revisemos la noción de la vida después de la muerte en si misma.
Experiencias de Muerte-Cercana
La ciencia raramente se ha involucrado en la investigación del significado de la vida, prefiriendo sensiblemente dejar tales búsquedas a los estatmentos religiosos. Sin embargo, un punto común emerge del estudio de la experiencia de muerte-cercana. Ha sido largamente reconocido que mucha gente que ha sufrido la muerte clínica, y fueron posteriormente recusitados, hablan de experiencias vívidas al ‘otro lado’. Los científicos han tendido a comprender esto en términos del cerebro tratando con el trauma de la muerte-próxima, pero ha emergido evidencia que apunta en dirección hacia algo mucho más profundo. Dos eminentes doctores, Drs. Fenwick y Parnia, investigaron las experiencias de 63 v´citmas cardíacas en el Hospital General de Southampton, y concluyeron que un número de personas tuvo experiencias de muerte-cercana luego de ser declarados clínicamente difuntos. El Dr. Parnia resume sus hallazgos:
“Esta gente estaba sufriendo estas experiencias cuando no esperábamos que las vivieran, cuando el cerebro no debería ser capaz de sostener procesoslúcidos o permitirle formar recuerdos perdurables. En esencia, nos devuelve al cuestionamiento de si la mente o la conciencia se generan desde el cerebro. Si podemos probar que la mente es producida por el cerebro, no pienso que haya algo después de la muerte porque esencialmente somos seres conscientes. Si, por el contrario, el cerebro es como un intermediario el cual manifiesta la mente, como un televisor funciona como intermediario para manifestar las ondas del aire en forma de imágenes o sonido, podemos mostrar que la mente está aun allí después de la muerte. Y esto es lo que pienso que tales experiencias de muerte-cercana indican.” (1)
Si esta idea representa el top del pensamiento científico, entonces parece que los científicos podrían estar alejándose del modelo escéptico que la emte y el cerebro son uno y lo mismo. También hace brotar algunas preguntas fundamentales. ¿Es la mente cósmica,o Dios, la fuente de nuestra mentes ‘individuales’, y nuestros cuerpos simplemente proveen una base física para la proyección de tal conciencia? ¿Hace eso más prbable el concepto jungiano del ‘inconsciente colectivo’? ¿Qué sucede con el alma después de la muerte? ¿Se recicla en una eterna rueda de muerte y renacimiento?
Las Creencias Antiguas en el Más Allá
Los budistas y egipcios generaron textos antiguos en los cuales se entregan consejos para que el alma encunetre el camino hacia la vida en el más allá. Estos ‘Libros de la Muerte’ fueron estudiados por los iniciados como ayuda para encontrar la verdadera luz después de difuntos, y prevenir un descenso a los abismos infernales. ‘El Libro Tibetano de la Muerte’ o Bardo Todol, describe los varios estadios que atraviesa el alma liberada, progresivamente mas dificultosos de sortear, hasta que el renacimiento viene como un viento urgente (2). Apunta hacia concentrar la mente del viviente en su preparación continua para la otra-vida, con la liberación del ciclo vida-muerte como la meta definitiva. La reencarnación es la solución más agradable para los humanos que no han alcanzado suficiente avance espiritual durante su existencia y las vidas anteriores.
Los antiguos egipcios tenían acceso a un texto similar, concido como ‘El Libro Egipcio de la Muerte’, descubierto por el eminente egiptólogo Dr. E. Wallis Budge, quién más tarde lo tradujo. Encierra 3 mil años de historia, permaneciendo constante a través del siempre cambiante y complejo pensamiento religioso egipcio. El trabajo es esencialmente una descripción del ritual a realizar por el alma que penetra en la otra-vida, y lallegada a la Tierra de los Dioses (3). Con claridad, el pensamiento religioso antiguo daba vueltas alrededor de la lidea que el alma saliente penetraría un dominio espiritual en el cual el comportamiento correcto y lo ritual eran esenciales como un rito de paso. El objetivo era alcanzar un nivel espiritual más elevado, y coexistir con los dioses.
Una de las diferencias más asombrosas entre ambos textos es la disposición del cadáver. Para los creyentes en la reencarnación, el cadáver es simplemente una concha que ha sido abandonada, y al alma se le recomienda ir a las profundidades de la vida del más allá decididamente por la lectura clerical de los ritos funerarios. Por ello, una rápida disposición del cuerpo para la cremación, o simplemente dejarlo en las rocas para los buitres, era una manera apropiada de persuadir al alma desencarnada para dejar atrás su existencia previa.
Este es un contraste marcado con el antiguo ritual egipcio de la momificación. Del mismo modo, la preservación del cuerpo parecerñia ser un medio para disuadir al alma de la partida espiritual, al menos bajo la mirada budista. Esto estaría previniendo la reencarnación y elmalma se convertiría en un preta, o fantasma desgraciado. El concepto egipcio más antiguo del espíritu era el ka, el cual era capaz de abandonar el cuerpo durante el sueño o con la persona en trance. De este modo, algunos fantasmas eran los kas de personas durmientes, otros los espíritus ya partidos. El ka ya partido precisaba sostén después de la muerte, a través de las ofrendas de alimento y bebida, y la magia. Los primitivos egipcios disponían el funeral con esta creencia en mente.
“...la gente primitiva enterraba sus muertos crouched up en tumbas poco profundas junto a una adecuada provisión alimentaria e implementos. Parece que creían que el ka permanecía en el cuerpo hasta que la carne decaía. Entonces o dejaban de ser o abandonaban el cementerio. Entre las gentes primitivas se prestaba mucha importancia a la observación de los fantasmas de los difuntos recientes” (4)
A medida que la religión egipcia evolucionó, la preservación del cuerpo fue tomando progresivamente mayor duración, a través del ritual de la disección corporal y la momificación. Así, de acuerdo con su sistema de creencias, este proceso prevendría la partida del fantasma, o ka, hacia la otra vida.
“El cuerpo del faraón era entonces momificado, para que su alma pudiera continuar existiendo y pudiera retornar a reanimar la forma vendada.”
(4)Los antiguos egipcios consideraban al ,mundo como lleno de espíritus desencarnados, y se horrorizaban con la posibilidad de los restos momificados levantándose desde la muerte. No parece probale entonces, que el propósito de la momificación fuera generar futuros ‘no-muertos’, como implica este texto egiptológico. Es más probable que el proceso de momificación previniera al ka de escaparse hacia el otro mundo, o bardo como lo llamarían los budistas, y se mantuvieran como espíritus desencarnados en nuestra realidad. Los académicos consideran esta creencia ‘primitiva’, pero, como hemos visto, todo acerca de las primigenias civilizaciones sugieren herencia cultural, más que una evolución social linear. ¿Si los egipcios heredaron este conocimiento muy antiguo de la otra-vida, por qué habrían de deseat ver a sus faraones convertidos en pretas? Especialmente cuando los egipcios veían a sus faraones como una ‘encarnación de la deidad rectora’. Esto no tiene sentido alguno, hasta que se consideran las creencias estelares en conjunción con los rituales funerarios. Quizá las almas necesitaban esperar por algo, más que apurarse por el renacimiento en la tierra. Quizá el ka de la deidad encarnada precisaba ayuda para llegar a su hogar después de su reinado terrestre. Dejen que me expanda en este punto, ya que la escasa aparición de la Estrella Oscura nos ofrece un potencial nuevo punto de vista de estos bizarros rituales egipcios de la antigüedad.
La Pirámide Vacía
Se halló que la Gran Pirámide no contenía tumba alguna de un gran faraón, ni restos momificados ni parafernalia religiosa. De cualquier forma se asumió, sin embaergo, que sirvió de tumba al faraón Kufu, de la cuarta dinastía, quién supuestamente construyó esta, la más famosa de las estructuras. Pero el interior de la pirámide misma no ofrece una evidencia firme en este sentido. El sarcófago de granito en la cámara del rey fue construído en la estructura, en vez de ser llevado hasta allí, y la única inscripción, una marca de cantería haciendo referencia a Kufu, era probablemente un fraude hecho por el frustrado explorador del siglo 19, el Coronel Howard Vyse (5).
Hancock señala el Inventario Stela como evidencia de la antigüedad de la Gran Pirámide.
“El Inventario Stela, como fue llamado, fue descubierto en Giza en el siglo 19 por el arqueólogo francés Auguste Mariette. Fue algo así como una bomba porque su texto claramente indica que tanto la Gran Pirámide como la Esfinge (así como otras estructuras del lugar) ya existían desde mucho antes que el faraón Kufu accediera al trono. La inscripción también se refería a Isis como la ‘Señora de la Pirámide’ implicando que el monumento había sido dedicado a la diosa de la magia y no a Kufu. Finalmente, había una fuerte sugerencia que la pirámide de Kufu podría haber sido una de las tres estructuras subsidiarias a lo largo del flanco oriental de la Gran Pirámide”
(5)
En vez de eso, las tumbas de los faraones son estructuras menores que las
pirámides de Giza mismas, lo que ha llevado amuchos a especular que la Gran
Pirámide fue diseñada con propósitos religiosos en orden de ayudar al faraón en
su viaje a los cielos. El descubrimiento de las ‘toberas estelares’ del lado
sur que apuntaban hacia Sirio y el cinturón de Orión en el supuesto tiempo de su
construcción refuerza esta idea (6). (El propósito de las ventanillas estelares
del lado norte es menos bien comprendido. El de la Cámara Real tiene un
formidable kink en su base, pareciendo indicar el movimiento del objeto enfocado.
Su ángulo inclinado de 32º 28`me sugiere que esta tobera puede marcar el afelio
de nibiru, representando su verdadero ángulo de inclinación a la eclíptica en
los cielos del norte. El kink entonces sugiere la desviación percibida en la
posición estelar mientras Nibiru se acerca al sistema solar en su sendero
elíptico).
Dado que ningún faraón estaba realmente enterrado en esta vasta estructura, o al menos no hay evidencia que alguno estubo allí alguna vez, entonces quizá la estructura interna de la Gran Pirámide se entendía como un receptáculode sus kas. El proceso de momificación impedía al cuerpo espiritual del faraón volar hacia el más allá, para mantener su presencia como un fantasma, o preta según los budistas. La Gran Pirámide entonces se convierte en un hostal de los cuerpos espirituales faraónicos después de la muerte, mientras esperaban el momento preciso para iniciar su viaje astral en el Duat. Esa época era el retorno del sistema de Nibiru, Ra Harmakhis, el disco alado. Las toberas estelares no tendrían uso como aparatos astronómicos ya que tales toberas no sobresalen en el costado del edificio. Sin embargo, para los antiguos egipcios, pudieron haber provistoa los ka de los faraones con el medio para enfocar la atención en el Duat durante la larguísima espera espiritual. Con la legada de Nibiru y sus lunas, el cuerpo espiritual de los faraones levantaría vuelo en su jornada astral hasta el reino de los dioses.
La Ascensión al Sistema Nibiru
La jornada en el Duat requiere que el ka penetre el espacio, en relación a su descenso al bajo mundo, una locación de oscuridad total con una brilllante luz (el Sol). Desde ahí el ascenso astral está dirigido por la imagen zodiacal hacia la brillante estrella oscura, y el destino definitivo de su séptima luna, los ‘Campos de Hepet’ o Cielo. De aquí es donde se ha tomado nuestro concepto de ‘séptimo cielo’, estoy seguro. Después de la llegada, el alma desencarnada debe entonces entrar en la Matriz espiritual del mundo de los dioses, obteniendo la aceptación mediante los rituales aprendidos, ¡y buscando renacer como un dios! Esto, propongo, es l ameta definitiva del Libro Egipcio de la Muerte. Que el alma del faraón busque renacer como un Annunaki, cuyo lapso existencial es prácticamente inmortal comparado con nuestro propio tiempo de vida mortal.
No estoy esbozando esta idea como un reflejo de mi propio creencia, sino como una interpretación de las creencias de los antiguos egipcios, cuyos enigmáticos ritos funerarios han confundido a generaciones de académicos.
La pieza faltante de este rompecabezas es la aparición física del disco alado en el Duat, la manifestación sustancial del reino de los dioses. Dado que este disco, y sus alas, o lunas, aparecía sólo por un año cada 3400-3800 años, la oportunidad para que las almas atrapadas en Tierra ascendieran debe haber sido en extremo escasa, y se hacía necesario un método para reunir el ka del faraón con su hogar celestial. La Necrópolis en Giza, y la Gran Pirámide en particular, debieron haber sido diseñadas con esto en mente. ¿De qué otra manera elaborar una jornada astral a una estrella oscura que permanece tozudamente invisible durante miles de años?
Written by Andy Lloyd, 1º Noviembre 2001
author of 'The Dark Star' (2005), 'Ezekiel One' (2009), 'The Followers of Horus' (2010) and 'Darker Stars' (2019)
Translated by Enrique Pérez Porter
Referencias
1) Jonathan Petre “Soul-searching Doctors Find Life After Death” The
Sunday Telegraph, 22 October 2000
2)
Ed. W. Evans-Wentz “The Tibetan Book of the Dead” Oxford University
Press, New York 1960
3)
E. Wallis Budge “The Egyptian Book of the Dead:
The Complete Papyrus of Ani” Dover 1967
4)
Geddes & Grosset “Ancient Egypt: Myth & History” p95,
104 Gresham 1997
5)
Graham Hancock “Fingerprints of the Gods: The
Evidence of Earth's Lost Civilization” pp320-2 Mandarin 1996
6) Robert Bauval and Adrian Gilbert "The Orion Mystery: Unlocking the
secrets of the pyramids" Ch11, Mandarin 1994