Pruebas
físicas sorprendentes han emergido recientemente para señalar que la figura
de Cristo no está sólo íntimamente relacionada al paganismo, sino además al
Planeta alado. Las raíces paganas del cristianismo primigenio se hacen
cada vez más evidentes para los académicos, y el material que apoya este
punto de vista está generando gran cantidad de munición para libros
populares.
Dos investigadores, Freke y Gandy, han escrito un bien documentado texto en el que describen las grandes similitudes entre la ‘mitología’ cristiana y las anteriores versiones paganas, en particular el hombredios Osiris o Dionisio. Su foco en ‘Los Misterios de Jesús’ es la raíz mística del cristianismo gnóstico, y su lazo evidente con muchas escuelas de misterios secretas prevalecientes en Egipto, Judea y Grecia (1). No se hallan persiguiendo una conexión astronómica en su investigación, pero inadvertidamente han descubierto una pieza de evidencia que podría servir de pivote al caso de la Estrella Oscura, y su conexión con el advenimiento de la cristiandad.
El asunto en cuestión es un amuleto del siglo 3º, una imagen de la que hallaron pedazos en los apéndices de un viejo libro académico. La fecha de este amuleto es importante, debido a que antecede al Concilio de Nicea, que estableció la moderna doctrina cristiana bajo los auspicios del Emperador Constantino. El amuleto en si está ahora perido, habiendo desaparecido del Museo de Berlín durnate la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, una parte del grabado aún existe, y muestra una figura sufriendo crucifixión, acompañado de palabras griegas. Freke y Gandy explican las implicancias de su hallazgo:
“Muestra una figura crucificada que la mayoría de la gente reconocería de inmediato como Jesús. Sin embargo las palabras griegas nombran a la figura ‘Orfeo Baco’, uno de los seudónimos de Osiris-Dionisio. Para el autor del libro donde hallamos la imagen, este amuleto era una anomalía. ¿A quién podría haber pertenecido? ¿Era una deidad pagana crucificada o alguna suerte de síntesis gnóstica de paganismo y cristiandad?” (1)
Esto parece confirmar mucho de lo cual se ha dicho relacionando la tradición mesiánica de Judea y sus versiones más tempranas en Egipto y otras partes, ¡pero esta no es la razón por la que fui golpeado por este amuleto! Sobre el crucifijo hay una ‘luna’ creciente hacia abajo, rodeada de un semi-círculo de 7 estrellas. La aparición de este extremadamente extraño arreglo celeste no tiene mención en ‘Los Misterios de Jesús’, presumiblemente porque la inclusión de estas estrellas y el creciente en este amuleto, a su utrno, ha dejado atónitos a sus autores.
Seamos claros, no existe una constelación con un semi-círculo perfecto de 7 estrellas. No se trata de del grupo las Pléyades en Tauro. Las 7 ‘estrellas’ están ordenadas de forma perfecta alrededor del creciente, no como las famosas ‘siete hermanas’. Aun si unbo fuera a asumir que se trata de una conjunción de la Luna con las Siete Hermanas, con una tremenda cantidad de licencia artística, ¿qué hace en la Tierra este motivo en un amuleto del siglo 3º del Cristo-Osiris-Dionisio crucificado? Ni tampoco podría ser la constelación de la Cruz del Norte. Ubicada alto en los cielos del Norte entre Hércules y el Botero, esta constelación de manera alguna puede ser colocada adyacente a la Luna.
Otra posibilidad me viene a la mente de inmediato. Puede recordar mi anterior discusión de la aparición de Nibiru al perihelio. No sólo Nibiru sería visible como un pequeño disco rojo, sino sus lunas serían suficientemente iluminadas por el Sol y la pálida luz de la estrella oscura como para ser objetos visibles al ojo desnudo. La cantidad de lunas del sistema de Nibiru no ha sido establecido con certeza absoluta, pero los dibujos del Disco Alado en los sellos cilíndricos sumerios por lo general muestran 7 pequeños císculos en el motivo. A veces estos 7 círculos se hallan en las alas, a veces en la ‘cola’ del disco alado en forma de cruz. ¿Cómo odrían los observadoers sumerios en Tierra haber visto las lunas de una enana café que se aproxima no más cerca que la órbita de Marte?
Las Lunas Visibles
Las cuatro lunas galileanas de Júpiter son visibles con un par de binoculares, y tienden a aparecer en una línea extendida a través del ecuador de su mundo paterno. Júpiter está más distante que Nibiru en su perihelio, y no tiene luz propia. Se podría esperar que sus satélites estuvieran menos iluminados que los de Nibiru mientras oscila alrededor del Sol. Las lunas de Nibiru deben ser más grandes que las de Júpiter (si no por otra razón, porque la estrella oscura es un planeta más masivo). Al menos una de sus lunas debe ser de proporciones planetarias. Los Nefilim fueron conocidos como gigantes, así que un cuerpo humanoide más grande tiende a indicar una gravitación menor en su propio mundo, lo que lo hace más pequeño que la Tierra. Pero debe ser claramente más grande que la mayor de las lunes de Júpiter, Ganímedes.
Así que tenemos probales satélites más grandes, para un planeta ‘padre’ más grande, que se ven más cerca de nosotros que Júpiter durante el perihelio de la enana café, y son iluminados por dos fuentes de luz separadas. No es irrazonable suponer que veríamos las lunas como un collar celeste alrededor de Nibiru a ojo desnudo.
Nibiru entra al sistema solar planetario en un vuelo desviado 30º de la eclíptica, y se desplaza alrededor del Sol en un arco parabólico. Si el halo de la estrella oscura es generado por su corona echada hacia atrás, en contra del Sol, por la acción del viento solar, entonces las ‘alas’ serán perpendiculares a la dirección desde el Sol hacia la enana café. Amedida que la enana café cruce el cielo, sus alas rotarán con respecto a la dirección del Sol, de forma similar como la cola de un cometa siempre apunta en contra del Sol.
Sin embargo, la posición de las lunas dependerá más de sus órbitas relativas alrededor de la enana café, de lo cual nada conocemos. Potencialmente, entonces, habrá una variación en la apariencia del 12º Planeta mientras se desplaza por su tránsito perihelional. La posioción de las lunas variará, y esto puede explicar por qué a veces son dibujadas en las alas, a veces en la cola. Las lunas nibiruanas no necesariamente aparecen en el plano ecuatorial de Nibitu, sino en un ángulo.
El Creciente Inflamado
Así que esto puede contar para las anómalas 7 estrellas del amuleto, ¿pero qué del creciente? Sugiero que se trata del arco del halo del Disco Alado, o alas. De la misma manera que el disco central de un cometa se pierde al interior de su extensa cola, las alas del halo de la estrella oscura serán un hecho más prominente que el disco mismo de la enana café.
El disco se ve siempre dibujado dentro de las alas en los motivos egipcios, y a veces es dejado fuera enlos gráficos mesopotámicos. El 12º Planeta es a veces dibujado como una cruz más que como un disco, y esto puede reflejar la yuxtaposición del halo alado y el plano de los planetas orbitantes. Dentro de este halo se halla la fuente de luz roja de la estrella oscura.
El Talismán de Orfeo representa esta gráfica como cruz del 12º Planeta, pero boca abajo. El creciente es el halo alado, las 7 estrellas las 7 lunas en la cola. Hay un claro ejemplo de esta forma compleja del Disco Alado en el 12º Planeta de Sitchin (2). Roten el símbolo 180º y el simbolismo astronómico hace su aparición.
Hay algunos motivos egipcios muy antiguos de la era pre-dinástica, que muestran un halcón descansando sobre una Luna creciente (3).
Sugiero que esto significa un símbolo similar. El halcón represneta al dios Horus, y puede ser igualado con el pájaro de fuego, y hemos visto cómo este dios es significante para la tradiciónmesiánica. La aparición de Nibiru como un creciente inflamado indicaría con seguridad su equivalencia al Fénix de la mitología egipcia, como ya lo he descrito. El ‘Disco Alado’ puede de verdad tomar la apariencia de un ave o dragón celestial flamígero a medida que se aproxima al podroso Sol. Creo que el ‘Talismán de Orfeo’ es una representación más moderna de este mismo simbolismo antiguo. El símbolo egipcio para Horus simplemente ha sido reemplazado por el equivalente hebreo de una semi-elipse de 7 estrellas. Pero el significado es el mismo: La Estrella Oscura y sus lunas en la forma del Disco Alado.
Este amuleto, ahora perdido, captura visualmente la esencia de la ‘Tesis de los Misterios de Jesús’ tan bienpara Freke y Gandy que pusieron su imagen en la cubierte del libro. Pero su significancia va más allá que extraer implicancias en relación a las raíces místicas paganas del cristianismo. De manera simultánea combina esta importante visión con fenómeno astronómico anómalo que parece señalar el rol del Disco Alado en el misterio del ‘dios que muere y emerge’. Este pequeño amuleto sobrevivió a la intensa purga de la herencia gnóstica por los Padres de la Iglesia. ¿Es posible que fuera alguna vez uno de los muchos, muchos ítems, todos dando testimonio del fenómeno celeste que deviene igualizado a la aparición del Mesías? ¿Era este el secreto central de los misterios cristianos primitivos, un mensaje tan repugnante a los cristianos posteriores, que se vieron impulsados a erradicarlo por completo? Si es así, fortuna nuestra que esta en apariencia insignificante joya del siglo 3º haya sobrevivido. Me parece irónico que tan pequeño amuleto sea portador de tan profundo mensaje: Nibiru, la estrella mesiánica, ha vuelto, implicando una nueva era en la historia de la humanidad. If so, it is fortunate for us that this one seemingly insignificant item of 3rd Century jewellery survived. It seems ironic to me that such a small amulet should bear such a profound message: Nibiru, the Messianic Star, had returned, signifying a new era in the history of Mankind.
La Moneda Romana
Hay muchas citas en los textos romanos en relación a fenómenos anómalos del cielo. Aunque deberían ser tomados como indicativos de hechos astronómicos inusuales, la aparición de OVNIs o fenómenos naturales mal comprendidos es prerrogativa del lector. De interés es la relación de Cicerón en ‘De Divinitate’ que habla del ‘tiempo cuando dos soles eran vistos’ y cuando el sol de la noche se veía, cuando ruidos eran escuchados en el cielo y el cielo parecía partirse y extrañas esferas aparecían en él (4). Plutarco nos cuenta que el asesinato de Julio César fue acompañado por la aparición de un cometa, y de extraordinarios fuegos celestes (4). Quizá el último espectáculo extraordinario de la aparición de Nibiru fue póstumamente enlazado con la muerte del más famoso líder romano.
El autor italiano Peter Kolosimo describe monedas fabricadas por los romanos en el siglo 2º DC que grafican una extraña ‘estrella’, o a veces 7 de estas estrellas (4). El período de tiempo aludido por las monedas es desconocido. Una de tales monedas, acuñada por el emperador Pertinace en 193 DC, muestra con claridad un muy extraño globo celeste. Una mujer, o diosa, es la figura central en la moneda, y levanta sus brazos hacia la bizarra ‘estrella’. ¿Representa ella a Sirio, como otras deidades femeninas? El globo tiene una asimetría en sus 4 rayor que excluye su representación como cuerpo celeste normal:
“Muchos expertos, luego de un cuidadoso examen del dinero, están de acuerdo que el objeto no representa ni al Sol ni la Luna ni ninguno de los cuerpos celestes.”
Esto ciertamente proviene del hecho que los rayos de la esfera estaban ordenados de manera muy diferente a la usualmente empleada para las estrellas. Además, el término ‘Providentia deorum’ no deja duda, ya que las caras de la moneda expresan con claridad la exaltación de la providencia divina.” (4)
El Disco Alado a menudo es dibujado con una cruz cuyo aspecto vertical aumenta en anchura. Tome la imagen del dios asirio Assur y el medo Azura Mazda. Lo que es común en estas imágenes de deidades principales es que el dios toma el escenario central en una cruz celestial. Las dinastías egipcias colocaron un disco solar en el lugar de Horus, mientras los cristianos se nos presentan con el mismo formato, pero esta vez con el Cristo crucificado. La moneda romana mostrada aquí tiene el mismo diseño, aunque cabeza abajo, que estas cruces celestiales, pero los romanos no parecen muy seguros del significado. Muchos en Roma invocaban al dios persa Mitra, y eventualmente a Cristo. Pero sugiero que la interrumpida aparición del celestial ‘pájaro de fuego’ durante los tiempos romanos, bajo la forma de la estrella osucra Nibiru, fue la precursora original de esta histórica deidificación.
Written by Andy
Lloyd,
Julio 4 2001
author of 'The Dark Star'
(2005), 'Ezekiel One'
(2009), 'The Followers of
Horus' (2010) and 'Darker Stars' (2019)
Translated by
Enrique Pérez Porter
Referencias
1) Tim Freke & Peter Gandy “The Jesus Mysteries: Was The Original Jesus A Pagan God?” pp15-16, 64 Harper Collins 1999
2) Zecharia Sitchin “The Twelfth Planet” p262 Avon 1976
3) D. Rohl “Legend: The Genesis of Civilisation” pp339, 332, 346-7, 316, 419, Arrow 1998
Legend: The Genesis of Civilisation
4) P. Kolosimo “Not of this World” pp66-73 Sphere 1970